martes, 14 de octubre de 2008

REPETICIÓN DEL MANTRA




Autor desconocido

La Oración de Jesús, una forma de Mantra, es reconocida en la Iglesia Ortodoxa Oriental. Su práctica está explicada en un admirable libro: ‘El camino de un Peregrino’ que registra el peregrinaje espiritual de un devoto Ruso del siglo XIX.

“La continua oración interior de Jesús es una llamada constante e ininterrumpida a su nombre divino, con los labios, en el espíritu y en el corazón: consiste en representarlo siempre presente en nosotros e implorar su gracia en todas las ocasiones, en todo tiempo y lugar, hasta durante el sueño. Esta invocación se compone de las siguientes palabras: “Jesús mío, ten misericordia de mi”. Quien se acostumbra a esta plegaria encuentra en ella tanto consuelo y siente tal necesidad de repetirla, que no puede vivir sin que espontáneamente resuene dentro de él.”

“Muchos llamados iluminados consideran este frecuente ofrecimiento de una misma oración como inútil y hasta trivial, considerándola mecánica y una ocupación sin sentido propia de gente simple. Pero lamentablemente ellos desconocen el secreto que se revela como resultado de este ejercicio mecánico; ellos no saben cómo este frecuente servicio de los labios se convierte imperceptiblemente en un genuino llamado del corazón; sumergido hondo en la vida interior, se vuelve un deleite, se convierte, por así decir, natural al alma brindándole luz y alimento y conduciéndolo a la unión con Dios.”

Para resumir esta enseñanza de ininterrumpida y constante adoración a Dios citamos las palabras de Swami Vivekananda:

“Día y noche piensa en Dios y en lo posible no pienses en otra cosa. Los pensamientos diarios necesarios pueden ser pensados a través de Dios. Come con Él, bebe con Él, duerme con Él, velo en todo. Habla de Dios a otros: esto es sumamente beneficioso.

Cuando toda el alma se vuelca en una continua corriente hacia Dios, cuando ya no hay tiempo para buscar dinero, nombre o fama, ni tiempo para pensar en algo que no sea Dios, entonces vendrá a tu corazón aquella infinita, maravillosa dicha del amor. Todos los deseos son como cuentas de vidrio. El verdadero amor a Dios aumenta a cada momento y siempre es nuevo: esto puede comprobarse sintiéndolo. El amor es la más fácil de todas las disciplinas. No necesita ninguna clase de lógica; es algo natural. No necesitamos distracción ni prueba alguna. Cuando razonamos estamos limitando algo con nuestras propias mentes. Arrojamos la red y pescamos algo y luego decimos que lo hemos demostrado. Pero nunca, jamás podremos nosotros pescar a Dios en una red.”

No hay comentarios: