Por Swami Nityabhodananda
Fragmento del libro: ‘Actualidad de los Upanishads’
Los Vedas y los Upanishads coinciden en este interrogante: “¿Quién es el Yo?” (Rig Veda). Y responden: “El que controla el cuerpo y que siendo no-nacido sobrevive a la muerte” (10-6-64).
Vemos así que hay diferencia entre el Yo y el alma individual. El famoso pasaje de los dos pájaros posados en el mismo árbol y que habitan en un mismo cuerpo. Se establece así la distinción entre el alma individual que goza de los frutos de la acción y el Espíritu que permanece como pasivo espectador.
El hombre está compuesto del yo inferior y del Yo Superior. El Yo Superior no es afectado por la evolución; en cambio el yo inferior o alma individual se transforma y pasa por sucesivos estados del ser. Sufre, pero puede llegar a convertirse en el Espíritu Universal.
“¡Que esta arcilla mortal (el yo) se convierta en Dios inmortal!”
(Rig Veda 7-19-25)
Concédenos ¡Oh, Indra!, llegar a ser tú mismo.”
Nosotros podemos convertirnos en divinos por nuestros propios medios. Y este es el objetivo que propone el Rig Veda: convertirnos en dioses mediante nuestra conducta, carácter y acciones.
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